
Frente a las costas del Perú, cientos de embarcaciones extranjeras operan cada día sin control, sin impuestos y sin respeto por nuestras leyes.
Según la Cámara de Comercio de Lima (CCL), las flotas asiáticas, principalmente de China y Japón, extraen más de 500 mil toneladas de pota al año, la procesan y la transbordan en altamar, sin dejar ni un sol en impuestos ni generar un solo empleo para los peruanos.
La pota es el segundo recurso pesquero más importante del país, que en 2023 generó más de 620 mil toneladas desembarcadas, y está siendo depredada ante la indiferencia del Estado.
Mientras nuestros pescadores enfrentan vedas, multas y trabas burocráticas, los extranjeros se llevan la riqueza del mar peruano bajo la sombra de la corrupción y la ineficiencia.
El gremio empresarial pidió al Ministerio de la Producción, al Ministerio de Defensa y a la Marina de Guerra tomar medidas urgentes: el decomiso de embarcaciones extranjeras, la suspensión de apoyos logísticos y la implementación inmediata de un sistema de monitoreo y fiscalización en todo el litoral.
Pero el problema no es solo técnico: es político.
Durante años, la corrupción y el desgobierno han permitido que el mar peruano sea saqueado, igual que los recursos públicos. El Estado no protege ni su territorio ni a su gente.
Por eso, el Cambio de Ciclo es una urgencia. Necesitamos autoridades que defiendan al Perú, que protejan sus recursos y su trabajo, no políticos que vendan el país al mejor postor mientras los verdaderos peruanos luchan por sobrevivir del mar.